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Galanes de noche y cómo utilizarlos para decorar

El mueble galán de noche conoció sus años dorados en la época de los 90. Pese a su caída en el olvido al considerarse innecesario, es ahora cuando se reinventa tanto su funcionalidad como su estética gracias a los diversos materiales en los que se realiza. Tendrás la pieza que más se adapte a tu estilo y el de tu hogar, con la ventaja organizativa y ahorro de tiempo que ofrece como mueble auxiliar de estas características.

¿A qué hace referencia el término mueble galán de noche?

El término hace referencia al mueble empleado como percha en la que colgar las prendas que han sido usadas en el día o que son necesarias para la jornada siguiente. En sus inicios era utilizado sobre todo por hombres, ya que era perfecto para colgar los trajes de chaqueta y que quedaran impolutos y sin una arruga. No obstante, ahora no existe género concreto para él, ya que es igual de útil para ambos sexos.

Normalmente estaba fabricado en madera y quedaba conformado por una percha para las chaquetas, una o dos barras en la que colgar los pantalones y las corbatas y un pie en la base empleado para depositar los zapatos. De este prototipo básico fueron naciendo distintas variantes: desde los que incorporaban un cajón en la parte superior para accesorios como el cinturón, el reloj o la cartera, a los que permitían guardar los zapatos en una cajonera inferior. Con el tiempo fueron surgiendo otras tipologías como el galán de noche-butaca, que incorporaba un asiento abatible perfecto para descalzarse.

¿Dónde podemos colocar un galán de noche?

Lo más habitual es colocarlo en un rincón del dormitorio cercano a la cómoda y el armario. Puede también incluirse en estancias como el vestidor o el baño, e incluso en una esquina del despacho. En la oficina no tendrá el mismo papel, funcionando ahora más bien como sustituto del perchero.

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Ya hemos visto como son un elemento ideal para poner orden en la estancia y no dar sensación de caos y desorden.

Teniendo ya claro su valor funcional y el ahorro de tiempo que ofrece, solo queda ver el aporte decorativo. Ya que se realiza en múltiples materiales, combinar este mueble con el estilo general de la habitación no volverá a ser un problema. Maderas de distintos tipos, plástico, metal lacado y forja son solo algunos ejemplos para dar desde un toque clásico a otro mucho más moderno. Hay modelos minimalistas con líneas rectas, diseños para niños, otros más atrevidos en forma de caballete en tijera, de formas geométricas… Además, el uso de colores claros ha quitado todo resto de severidad preconcebido de aquellos realizados en maderas nobles y oscuras.

Un truco muy recurrente es utilizarlo para destacar una pieza concreta de tu vestuario que resalte por su originalidad. Con ello se consigue alegrar el dormitorio y personalizar el espacio de una manera única.

Ya has visto todo lo que el mueble galán de noche tiene reservado para ti. ¿A qué esperas para hacerte con uno? Dale un aire diferente a tu dormitorio con esta actualización de un clásico.


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